10 de julio de 2009

Lo blasfemo sin argumento

Me gusta mi tiempo, ese espíritu maldito de una época donde persisten los contrastes, donde lo blasfemo vive sin argumento, donde las torres pueblerinas carecen de historia, en calles que palpitan tristemente como arrabales con vista directa a lo mejor de las transnacionales que brillan alto y casi hondean como banderas enarboladas de otro mundo, las que vienen y los devoran con sus sueños, para ahogarlos en un paso húmedo que cada vez es menos nuestro y más de ellos.

Me gusta estar aquí, mientras el corazón busca tierra donde repose la congruencia de un sentimiento que todavía no envuelvo. También quiero estar no muy lejos, pero si, de lo que amo, y tal vez dejo aquí.


Goyette

2 comentarios:

Kare dijo...

A veces mi tiempo me deprime, pero no me imagino viviendo en otro, hay tantas cosas de las que no podría prescindir!
Vamos por unas enchiladas suizas para festejar!
Un beso

Carlos Gregorio dijo...

También no nos queda otro, sólo una línea de palabras que lo llenan a uno de sensaciones.

Un abrazo con aroma de queso gratinado.