1 de noviembre de 2008

El vino y el olivo


Me gusta ese cartel, donde fundidas están las fuerzas de la libertad,
combatientes prestos a la inmolación por la tierra fecunda y bendita,
se les olvida el vino, y el olivo, sólo queda el frente y el polvo en la faz
cicatrizada por el sol.

Un clamor difuminado entre la pérdida del ser, energía bordeante
sobre el calzado quemado y angosto, un penar en hilera, y ese exilio
en la América que es hogar de sus otros abuelos.



Goyette de la Tercera República.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre tan luchador... Un abrazo

Anónimo dijo...

Un abrazo querida amiga.