5 de junio de 2009

Te esperaré viajando

Extraño que tus letras me toquen, que hablen de mí, que fumes al pulirlas, que tu obra sea de lo que junto a ti viví.

Cuando me hablas del tiempo, de los maestros, de tus noches vertidas en ensayos, de tu vida con otro hombre, y de la montaña que un gigante sólo pudiera montar, no sé cuánto de eso me contenga a mí.

Extrañas a los viejos y su charlas de las diez, los diarios del tiempo indigenista, la matanza en Acteal, la vida que cambia con otra taza de café, y tu pureza perdida a los dieciséis.


Te esperaré viajando
y tú me buscarás escribiendo.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

El tiempo se escurre
la vida cambia de sitio
e inexorablemente,
seguimos siendo nosotros.

Es bueno leerlo, Don Goyette
sin libro
sin árbol
sin hijo.

Saludos.

g

Carlos Gregorio dijo...

Sin algunas cosas, pero también sin aflicción.


G y G lejanas las montañas.

Kare dijo...

Una encantadora paradoja?
Aqui pasando, leyendo...
Un beso
See youuu

Carlos Gregorio dijo...

Kare

Agradezco tu paso, tu mirada y palabra.

Saludos.