¿Seremos tan fáciles, que la risa de un niño nos conmueve? tal vez lo somos, y nos odiamos por ello, las noches son de gatos zalameros y los días de perros que aguardan y protegen.
No hay odio ni carril bici, sólo calor, polvo y carretera, nos odiamos en el folclore de agua pintadas, servilletas coloridas y saleros con forma de jitomates.
No nos queda mucho, además de los indígenas por la calle, las nubes anunciando la tormenta, y la grasa en la zona "te" de nuestra cara.
Goyette
1 comentario:
Don Goyette:
El otro día pensaba en algo más o menos asi, pero con otra imagen.
saludos
Publicar un comentario