1 de febrero de 2009

Pienso en un pato de Montréal

No tengo el nombre del señor de los helados, se me ha escapado el rostro de mi primer amor, juego con mi primera palabra en inglés, se me vuelca el corazón en esas primeras manos, me vienen las lágrimas una vez más.

Pienso en un pato de Montréal, y en el reciclaje elegante tras el callejón, en dos chinos y un mural.

Me queda un beso en japonés, me sabe mal un intento por tercera vez, y sentirme aquí en total desnudez.

Quiero una lengua oficial, y un mar sin mucha sal, un te quiero de verdad, y un futuro cierto, que no cubra su faz.

Goyette

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Olá Goyette!!

Como está?? Sumimos, né?
Conte-me as novidades... Saudade de nossas conversas!!

Beijo,

Mila

Anónimo dijo...

Nos falta tiempo.
Te dejo mi abrazo.
Con sed.