5 de julio de 2008

Charcuterie

Se me han acabado los cigarros, y me he quedado con dos o tres palabras reprimidas en los dedos, una línea grasosa en la frente y con un íntimo campo de vello, en el mentón no tan prominente.

Son noches como esta, donde la neutra esclavitud de la luz en tinieblas, se regodea de invocar a un espíritu que me desprende de mis ropajes, entra por mis poros, subsana mis labios, jala de mi cabello, desliza caricias por mis mejillas y baja por el alba, estremeciendo mi gravedad y mi risa en tierna calma.

Felación va bien con una canción, una donde se pierda el tiempo como un niño mugroso en pleno mercado, donde los ritmos afroindoamericanos se confundan con el cortar pescuezos de pollos famélicos, entre miseria y jarana, donde la caída muda de las crestas me de un jalón de aire que me aprisione de la cintura para abajo.

Seguir inhalando con la misma cadencia ya no puedo, buscaré un pausa en la limpia oscuridad, hundiéndome entre luna y almeja sin vacilaciones; mi boca, una musa acuosa, de una noche que no ha sido infructuosa.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa fuerza, y el contenido con fuego reprimido me da sensaciones de leer y quemar a cada línea los pensamientos, ocupan entropía mental mecidas entre falacias y realidad ocultada

abrazo amigo.

Anónimo dijo...

Hermoso relato, muy profundo y puro en su armonía narrativa.
Mis más gratas felicitaciones.

Gracias por comentar en mi nuevo blog!

Salud amigo revolucionario!

Lucas.

Anónimo dijo...

hola, me estremesí al leer tu comentario, es muy de corazon, me imagino ke viertes toda tu alma en eso, usando tus manos como los hilos movidos por el motor del sentimiento, tu mente entre tanto busca la armonia mas perfecta y detallada para cada frase.
bueno muchos besos y abrazos de tibio sol en estos frios y lluviosos días.
SoL

Anónimo dijo...

A veces si se me antoja un cigarro, pero lo leo y su sabor se desvanece entre estas letras...

Besos!