Otro jueves por la noche, también llamado por los parroquianos como "Jueves del Escribano" en el viejo bar del centro, herencia de los despojos de la revolución, ahí estaba Rio limpiando una de las pocas mesas utilizadas de la noche cuando llegaron dos chicas con una mirada un poco tristona acompañadas de lo que parecía ser el novio de una de ellas, al sentarse, Rio se acercó con el discurso de todos sus jueves.
-Buenas noches, bienvenidos, ¿qué les servimos?-mientras esbozaba una cansada sonrisa.
El novio de una de ellas acompañado de un delgado bigote recortado (al estilo de los pachucos o cholos) pidió una cubeta de cervezas para los tres.
Rio fue hacia su barman para anunciar el pedido y lo que recibió fue una cubeta para ir por las cervezas al refrigerador de la cocina, en el mismo momento en que Brenda Gisselle se le acercó para preguntarle por el baño.