22 de agosto de 2009

Gregorio Samsa y yo, somos tocayos

Yo no contesto el teléfono, me doy el lujo de aguantar los timbrazos, luego todo es calmo, no reviso los mensajes de voz, porque vienen de voces muertas que le hablan a un muerto.

No hay mucho que se pueda esperar de mí, confieso, que conmigo mismo me siento a ratos aburrido, por eso tomo un libro para olvidarme de mí, para olvidarme de mí con los demás.

Giro el cuello, siento el vello facial y me lavo endemoniadamente el rostro buscando a otro que sonría con mayor sinceridad y sienta cariño honesto aunque sea un momento.

Tal vez un día despierte siendo otro e invencible a un ataque nuclear que me recuerde que Gregorio Samsa y yo, somos tocayos.

Goyette

4 comentarios:

Sugar Kane dijo...

Creo que puse un comentario de una publicación en otra, esta medio confuso, por cierto, ya te había dicho que me gusta mucho el nombre de Gregorio?? Por eso luego la muerte se enamora de él, un gran abrazo y ojala que un día despiertes siendo una catarina y no una cucaracha, jeje. Fresas.

Julia Martín dijo...

Voy a releer la Metamorfosis. Estoy llevando una clase de análisis de Modelos Literarios del S. XX, está increíble. Me la da un argentino que se llama César Núñez, que además de locuaz, es muy sabio y simpático.

Te mando una flor de Liz.

Carlos Gregorio dijo...

Sugar: También me parece confuso, hasta mis dedos tocando las teclas.

Gracias.


Julia: Te mando otra flor que resista el sol, y una tarde en la ciudad.

Gracias.

Anónimo dijo...

Goyo... vive, y muere, vive en sus Letras, Muere en la insertidumbre de su inteligencia, muere y vive en sus logros y esclaviza su inteligencia al destierro de Arimanius.
cantinflas45