Son recuerdos de una vida simple y mediocre, horas flotantes entre tragos y cacahuates en un día cualquiera en un bar.
Nace pronto el deseo de unas orejas que irradian una nueva oportunidad que se esfuma al leve susurro en la montaña.
Murakami y su sello metafísico impregnado en esta obra por aquel toque de humor desperdigado y desobligado convierte a "La caza del carnero salvaje" en una aventura oníricamente detectivesca.
Goyette