Hace tiempo tiré ese maldito reloj plano a una coladera, y di caminata que se trababa a paso encabronado medio ahogado al bar de siempre.
Hace tiempo que abracé a Sade y a Marx, al primero como hermano, al segundo como amigo.
Hace tiempo que no creo en Marcos, ni en la Navidad.
Hace tiempo que deje de llorar por lo que es importante, porque es más sencillo llorar por llorar.
Hace tiempo que miraba sin mirar, dormía sin soñar, y sentía frío en la sal.
Hace tiempo compartía ese ideal, estudiaba sin cesar, y amaba a una chilena de Viña del Mar.
Hace tiempo que escribía mis notas en una banca en Mont Royal, y fumaba mentolados apoyado en un barandal.
Hace tiempo la ilusión llevó por nombre Brenda, luego Mariela y quizá también hubo una Daniela o Armenia, no lo recuerdo porque fue hace tiempo.
Y hace tiempo…
4 comentarios:
Muy lindo poema hermano revolucionario!
Espero me recuerdes, yo por mi parte muy contento de volver a contactarme contigo!
Un gran abrazo!
Saludos!
Un gran abrazo, estamos en contacto.
Leerte me dejó pensando, ¿es el tiempo que nos cambia o son las circunstancias vividas?
creo que es la segunda, el tiempo solo es un número que organiza la vida´. Algún día leí que "no soy lo que debería ser, pero en definitiva, no soy lo que un día fui"
Fresas para ti Goyo. Un abrazo grande
Exacto, son esas circunstancias vividas, las que te construyen.
Un abrazo.
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