4 de mayo de 2008

Cuentos cortos

Mis cuentos son historias sin cerrar, a veces porque perdí la ilusión en el desenvolvimiento de los hechos, o porque las féminas hicieron jirones las pretensiones del protagonista.

Además de tener la costumbre de dejar cuentos inacabados, los pocos en mi haber han durado su mera ilusión.

Otros llegan y me roban a la amante, a la niña pobre, a la estudiante y a las bien conservadas maestras, ofreciéndoles una historia más sencilla y burda.

Siendo así me retiro para reconstruir el perfil del personaje y alimentarlo con nuevas promesas, que difícilmente se cumplirán, es tan sólo para retenerlo, ya que tiene potencial, amores no, porque se los debo.



Goyette De los Cuentos

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Las buenas historias nunca tienen un final, siempre hay un espacio, un recodo que queda para ser llenado con una nueva, que nace y se complementa de la anterior, y así, en este evolucionar, en esta constante mutación sentimental, ¿cómo podríamos tener la desfachatez de acabar un cuento?
Siempre nacen nuevas ideas, nuevos sentires que cambian los esquemas y los escenarios; se duerme lo andado para dar paso a nuevos territorios.
¡Que bello es escribir, no!

Mi beso para ti hecho historia.

Anónimo dijo...

Querido hombre de tinta y papel, con alma y ser.

Es mejor así, creí en un tiempo absurdo que el terminar era mejor y el equilibrio esta en lo inconcluso, se que ahí estarás.

Beso de madrugada, ahora seré fiel a tu historia... noto tu sinceridad y tu ánimo.

Anónimo dijo...

Pao:

Me encanta esa visión rígida, amable y leal de tus palabras, y besos.

Gracias por esa justificación a mis historias.

Mi abrazo.


Melina:

Me ha convencido eso del equilibrio, con buen ánimo lo tomo.

Te agradezco esa fidelidad, y te entrego sin paredes mi sinceridad.

Un beso de madrugada.

Anónimo dijo...

A veces siento que me pierdo de tantas cosas cuando paso distraida por los días...
Un beso

Anónimo dijo...

Kare:


Gracias por tu atención a estos pensamientos.