12 de diciembre de 2007

No quiero escribir mucho

No quiero escribir mucho, nunca lo hago, me asfixian las palabras cuando de los sueños me siento un inmundo cómplice, inundando el cenicero un poco más de ofrendas a las musas bellidas y me siento como una mujerzuela rezando, esas que de día van llorando.

Muero cansado de ver crecer a los niños, de teñir historias sin romances y de enamorarme de espectros ancestrales, ansiando sólo salir contigo.

Veo lejos enamorarme de una aroma, comprar de nuevo una rosa, decir mentiras piadosas y tener de nuevo una noche tormentosa.

En serio quiero ver una cabellera ondulante, una mirada fija y cautiva, un si, a lo que yo quiero y un beso en lo secreto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Què belleza Goyette!
Muchos somos los que aspiramos esas sensaciones...la mirada del encuentro, el gesto dulce de la caricia.
Besos