Cigarros frente a ese cielo que ha tardado en llegar, son recuerdos de esa cruz en la montaña, con el tiempo me he visto rodeado de cordilleras, todo mientras vivo una vida en Central, las tejas traen alacranes, y los lagos patos a raudales.
Ha regresado el veneno de las aves, esas que suenan familiares y extrañas si se camina solo por los parques, esos de estilo inglés, porque siempre he renegado de los de la herencia de un gusto francés.
Me han hablado de los pecados y la lluvia insuficiente para lavarlos, aunque les deje la cara para justificarlos, y lo dicen, me lo dicen, sólo son distracciones del alma, y yo les coso a esos las contradicciones que los hacen ejecución vulnerable para nosotros, los viles mortales.